¿Qué es un buen precio?

Ya tocaba escribir un post, y sin duda hablar de precios es algo muy recurrente este ultimo año, cuando dos numismáticos empiezan a comentar cosas, la conversación siempre llega a un punto en el que se habla de números; en que precio se ha comprado la ultima moneda, que una pieza se escapo porque estaba demasiado alta, una moneda que nos gusta pero se nos sale del presupuesto, alguna pieza que esperábamos comprar en subasta pero siempre hay alguien que paga mas… son muchas las razones por las que este tema de conversación siempre se apropia de un largo y tendido tiempo, porque será…

En primer lugar quiero hablar un poco de algo que me han comentado muchas veces algunos comerciante y amigos del gremio con bastes mas años que yo, y es que las tendencias y ciclos en la numismática, hablando del mercado, son muy cambiantes, es decir, las modas existen, y hay ciclos en los que se coleccionan unos tipos de piezas y luego pasan a coleccionarse otras. Una de las razones por las que puede ser que los precios estén tan disparados es que estos ciclos a consecuencia de la fuerte globalización y velocidad que lleva el mercado se aceleren, y cuando una parte de los coleccionistas se encaprichan con una ceca, un tipo de busto, un emperador, cualquier moneda, los mas capacitados para adquirir esa pieza saturen rápido el mercado. Y al igual que sube el precio en unos meses vuelve a la normalidad.

En segundo lugar quiero hablar, ya no de lo qué causa una subida de precios, sino de en qué afecta esta subida. Las subidas de precio en ciertas monedas ya no tan solo hacen que al coleccionista le cueste adquirir cierta moneda, sino que al comerciante le es mas difícil aun encontrar esta pieza tan sumamente demandada y ponerla a un precio que parezca correcto. Por qué digo parezca, bien, el pensamiento que algunos compradores que tienen de la tienda numismática es un gran sitio con paredes llenas de álbumes y material comprado durante años, y creo que hace tiempo que desaparecieron estos sitios, y es que al igual que el coleccionista va adquiriendo monedas, las tiendas también van comprado, y se enfrentan de la misma forma que el coleccionista a esta subida de precios, con el agravante de que cualquier persona puede estar al tanto de los ciclos de los que hablamos antes, además de que siempre que alguien quiera vender una pieza, se fija en el precio de la última adjudicación, sin tener en cuenta muchas otras cosas.

En tercer lugar, una cosa que parece bastante simple pero tiene mucho que ver, es la llegada de muchos coleccionistas nuevos que están empezando a comprar monedas, hay que tener en cuenta que un producto como las monedas totalmente finito es muy difícil de alimentar y la única tendencia que puede seguir es la de la oferta y la demanda, los precios suben. Un ejemplo muy fácil es el coleccionismo de onzas bullion y euros, las casas de la moneda actualmente no dan a basto para cubrir todo el mercado, y estamos hablando de monedas que se acuñan todos los años, más razón para que las que están acuñadas hace 200, 300 o 1000 años, que ya no van a poderse fabricar suban de precio, no veo fallas en este argumento, hay muchos factores que podrían explicar todas estas subidas tan repentinas.

No quiero hacer muy largo este post porque este es un tema que tocamos mucho todos, pero quería dejar abierta la reflexión de que es muy difícil marcar el precio de las cosas, y tener a todos los clientes contentos puede ser una odisea. No hay que frustrarse con ninguna pieza, poco a poco van llegando los ejemplares que buscamos, sin precipitarse seguro que terminamos comprando esa moneda que tanto cuesta encontrar. Y otra cosa, igual que suben de precio las que queremos comprar suben de precio las de nuestra colección, es decir, hay que ver la parte positiva…

Por último, hay una cosa que cada vez veo más clara y es que el mercado de la numismática cada vez se va pareciendo más al mercado del arte, cuando a un coleccionista le gusta una pieza va a muerte a por ella, da igual que este pagando 10 veces más por esta, la especulación y el hecho de que las monedas son finitas y en algunos casos únicas están haciendo que algunos compradores paguen auténticas barbaridades para el conocimiento de los coleccionistas más experimentados, al final cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera, lo que esta claro es que la calidad y la rareza de un artículo como las monedas algún día iba a levantar el interés de ese pequeño porcentaje de multimillonarios.