El coleccionismo numismático se remonta a muchos años atrás, se conoce que ya en el siglo XV las altas esferas acumulaban monedas en sentido de coleccionar, es decir, les despertaba ya interés el hecho de agrupar, organizar o catalogar las piezas, según muchos factores ya que cada coleccionista busca unas características en las piezas. Entiendo que este coleccionismo al estar tan relacionado con la gente de posibles sería algo casi invisible para la gran mayoría. Dudo que hubiera un mercado tan establecido como el de hoy día, presentes en algún viaje o regalos por intereses políticos, en resumen un pequeño grupo de la población eran los interesados en el tema del coleccionismo, pero ahora es bastante diferente.
El mercado de la numismática mueve muchísimo dinero, hasta el punto que se organicen eventos tan importantes como el pasado Junio en Madrid, además de dinero, mueve gente ya que el abanico de personas y tipos de negocios a los que se puede acceder para comprar monedas es muy variado. Las mas conocidas a nivel internacional son las Casas de subastas, pero las numismáticas físicas u online también llegan a muchos coleccionistas, además de los comerciantes particulares…
¿Qué pasa con los comerciantes particulares, o particulares?
Para empezar es bien sabido por todos los que vamos construyendo una colección que una pieza bien comprada lo mas probable es que al tratarse de un valor seguro siempre sea un dinero que tenemos ahí, y es normal que cuando vayamos mejorando nuestra colección algunas de las piezas que nos gustaban o parecía que encajaran en nuestra colección dejen de hacerlo, por lo que vamos cambiando unas piezas peores por otras mejores, o simplemente nos dejan de gustar, la cuestión es que es común ver que los coleccionistas se deshagan de algunas piezas o las intercambien.
Hay muchas maneras de vender nuestras piezas o deshacernos de ellas, se puede acudir a la numismática donde la compramos, podemos subastarla en alguna de las casas de subasta en la que confiemos, o cambiarla a algún conocido coleccionista o comerciante, lo que ha ido pasando siempre. Estos últimos años el mercado ha cambiado bastante y es muy cierto que hay una nueva manera de vender las piezas sin acudir a ninguno de estos sitios, y es que las plataformas online están al alcance de todos y al parecer ya no hace falta acudir a un profesional para vender la pieza que compramos en su día…
Es complicado determinar que una pieza sea buena o mala a través de una foto, sobre todo cuando la compra es un chollo, que nos ciega la emoción de estar comprando una moneda muy por debajo de su precio de mercado. Esta claro que el mercado esta cambiando y hay muchísimas maneras de adquirir monedas, pero hay que andar siempre con los ojos bien abiertos porque son muchas las estafas e intentos de colar material falso en todas estas plataformas, ya no tan solo material falso, sino piezas manipuladas o reparadas sin indicación, hay que estar seguro de lo que se compra y entrenar bien el ojo. Por lo que cuanta mas confianza nos de el vendedor mejor, es decir, si se acude a un profesional, seguro que el trato es casi perfecto.
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